POR DANIELE FIORETTOAquí de nuevo, pero hoy no vamos a hablar de política. Hablaremos de algo que a todos nos gusta mucho: COMER. Como todo el mundo sabe, en el área mediterránea es donde mejor se come y me refiero sobre todo a Italia, España y Francia. Muchas veces somos tan tradicionales que, cuando salimos de nuestro país, pretendemos encontrar las mismas comidas que las que tenemos en casa.
Es habitual que en una conversación con unos recién casados que regresan de su viaje de luna de miel en las Bermudas se les pregunte: "¿Qué tal? ¿Es de verdad un paraíso? Y decidme, ¿Qué tal las playas?" Y nos responden: "Sí, no estaba mal, pero no había espaguetis con ragú a la boloñesa". ¡Por dios! Pero, ¿dónde vive esta gente? Acaban de regresar de un viaje que les han pagado y casi con toda seguridad nunca más en la vida harán otro viaje parecido. Y nos dicen ¡que no había pasta!
Luego tenemos el otro estereotipo. La cantidad de restaurantes italianos que hay en el mundo son la mayoría falsos y os cuento el porqué. Llegas a cualquier país y como tus amigos son del mismo razonamiento que los amigos recién casados, los del viaje a las Bermudas, para entendernos, accedes a ir a un restaurante italiano, lees el menú y parece verdadero, pero cuando te traen la porción de pasta, te das cuenta de que no es así. Entonces, pides hablar con el dueño y en cuanto llega, le pides explicaciones en perfecto italiano de la porquería que te ha dado y resulta que el tío no habla italiano. Es un rumano que como sabe que el made in Italy funciona, ha pensado en montar un restaurante llamado La Trattoria Italiana da Rocco, pero él se llama Rodescu y de italiano no tiene ni una uña de los pies.
CONSEJO. Si vais a un restaurante italiano, primera lección: aseguraros de que el dueño es italiano, de que el cocinero es italiano y de que vais a comer AUTÉNTICA PASTA ITALIANA.
Y como estamos en España, os cuento de cómo en Italia te hacen comer la paella. Es un plato ya preparado que el cocinero pone en el microondas y en tres minutos te sirve una original paella valenciana. Sí, sí, valenciana, os puedo decir que extraordinariamente mala. Vale el mismo consejo anterior, cambiando la nacionalidad de los empleados del restaurante.
Pero yo me pregunto, ¿por qué no probar otras comidas? Puede ser una experiencia muy interesante. ¿No es verdad que cuando estamos en nuestra ciudad alguna vez vamos a comer a restaurantes exóticos? Vamos a un chino, un indio, un albanés, etc. Entonces, ¿por qué cuando salimos de nuestra querida patria queremos a toda costa seguir comiendo como en nuestra casa, llevándonos luego unos chascos terribles?
Mirad, yo he tenido la suerte de viajar mucho, también en países donde notoriamente la comida no es una prioridad como la entendemos los mediterráneos. En dichos países, siempre, y digo siempre, he probado la comida y las bebidas locales, y tengo que decir que muchas veces me he encontrado con agradables sorpresas. Otras veces, lógicamente no, pero creo que es importante, para conocer cómo viven sus gentes, probar todo lo que es local.
Si comes carne de serpiente o pequeños bichos, que más vale comer antes que preguntar, te darás cuenta de que existen sabores muy agradables. Eso sí, lo mejor viene cuando el camarero te explica lo que has comido, pudiendo adoptar dos soluciones: o te ríes y le felicitas, o corres al baño a vomitar... Es broma, probad lo que os digo. Es muy divertido.
Mucha gente, cuando va a un país extranjero, pide el menú y como no entiende nada de lo que está escrito pide explicaciones, ¿no? Hay que pedir al camarero los platos típicos del lugar donde nos encontramos y probarlos, sin más. Después podremos juzgar si era bueno o malo.
CONSEJOS PARA QUIEN LE GUSTE LA COMIDA ITALIANA. Si pedís un risotto y os lo traen en cinco minutos, no está preparado al momento, porque este plato necesita 20 minutos para hacerse y para que esté en su punto. Si pedís pasta, mejor pedirla al dente, porque la pasta debe ser un poco crujiente. Por último, si pedís gnocchi, especificad bien que sean de patata y no de pasta seca, en cuyo caso serían gnocchetti sardi.
Bien amigos, hasta la próxima y ¡BUON APPETITO!
Si le comentan a Marc Jacobs (director artístico de la marca Louis Vuitton) que la ministra de cultura Carmen Calvo apareció hace dos ediciones en la pasarela Cibeles con un bolso falso de la marca que él diseña se nos muere de un infarto...
