NITPICKING: PERSONAJILLOS DE OFICIO PENSADORES

POR MAX

Hasta la fecha estaba plenamente convencido de que los conceptos ridículo y vergüenza eran intrínsecos en nuestra triste especie, pero observando con detenimiento el comportamiento infausto de una serie de personajillos, de oficio pensadores, en siniestras tertulias mediáticas, me he visto forzado a una severa reestructuración conceptual.

Recordando mi superada capacidad de sorpresa y apelando al respeto más elemental por los ajenos, incluida su maltrecha capacidad de relativizar, seria bueno acotar el libre acceso de semejantes sujetos empecinados en contar lo que no han entendido, de lo que han leído y oído difundido por otros, que convierten la desafortunada anécdota en noticia y la noticia en chascarrillo, condicionados por el sustento que les proporciona seguir en la línea de lo correcto y ambiguo, o sea lo oficial.
Ante la situación de descalabro global que estamos percibiendo, no alcanzo a comprender, como algo o alguien, tiene el valor de justificar la inmoralidad que significa percibir ingresos por polemizar públicamente sobre no importa que tema, sin detentar el más remoto conocimiento, directo u objetivo, agravando la mezquina situación la terquedad que ostentan, con una reiteración retórica que únicamente persigue obtener un atisbo de lucidez que les permita comprender parte de lo que intentan comunicar, alterando sistemáticamente hiperrealidades sensibles para la mayoría de personas que con su sobresaliente en comportamiento correcto han obtenido el premio gordo: ABANDONO, INDIFERENCIA, INDEFENSIÓN.